Hoy decimos oficialmente adiós a 'Starfield', para sumergirnos de lleno en 'Phantom Liberty', el último y esperado DLC de 'Cyberpunk 2077'. Y francamente, no estamos emocionalmente listos para todo lo que se viene. 'Cyberpunk 2077' y 'Edgerunners' me dejaron completamente roto, con el corazón destrozado y en un mar de lágrimas.
Y no nos da pena decirlo. Lloramos, durante días con su final. Sí... días. Y no, no "es sólo un juego". Es mucho más que eso. Es un fiel ejemplo, de porque los videojuegos, más que entretenimiento, son verdaderas obras de arte. Porque eso es lo que es 'Cyberpunk 2077', una maldita obra maestra. Y justo, cuando las heridas empezaban a sanar. Es hora de volver a Night City. Para una última misión. Un último trabajo. Una última oportunidad. Nuestra última esperanza.
Sí... nuestra. Porque al final, eso es lo que hace grande a estudios como 'CD Projekt RED', 'Naughty Dog' y 'Rockstar Games', su capacidad de vincularte emocionalmente con cada uno de esos personajes, y hacer sentir cada decisión, cada consecuencia, pese para siempre en nuestra conciencia. Es, lo que hace grande a los videojuegos. Su capacidad de conectar con tus emociones y cada uno de sus personajes. Hasta que llegue la hora de decir adiós.
Y ha llegado esa hora. Y simplemente, no estamos listos. No estamos listos para decirle adiós a este brutal, interesante, maravilloso, intrigante, despiadado e injusto mundo que es Night City. Es una mezcla extraña de sentimientos encontrados. Una parte de ti, añoraba este momento. Pero, es como despedirte de un amigo(a) con el que has reído y llorado por años. Y ahora toca decirle adiós. Sabemos que va a doler. Pero queremos abrazarlo una última vez. La hora, finalmente, ha llegado.
“Wake the f*** up, Samurai.
We have a city to burn”.
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