Oh como ha caído el poderoso, pero ¿Quién es culpable de ello?
Por Edwin Campos | ecampos@revistalevelup.com
Recuerdo claramente
la primera vez que tuve contacto con Mass Effect, mi primer juego de Bioware,
gaming en PC solía ser sumamente engorroso en esa época, y el Xbox original básicamente
era una consola que solo existía para correr Halo 2, por lo que nunca tuve la
oportunidad de jugar ninguno de los dos Star Wars: Knigths of the Old Republic
o Jade Empire, juegos que catapultarían originalmente a la fama a Bioware al
mismo nivel de otros grandes desarrolladores de juegos de rol occidentales cómo
Bethesda o Black Isle Studios.
Deja de mentir, todos sabemos que no lo jugaste.
En ese
tiempo el Xbox 360 tenía poco tiempo de haber salido al mercado, y la mala fama
que le había dado el famoso anillo rojo de la muerte me había hecho evitar la
consola cómo si fuera el control marca pelican en una noche de Golden Eye. Pero
mi opinión cambiaría por completo la primera vez que viera un amigo jugar el primer Mass Effect, el
gameplay era fluido y veloz, su personaje se movía ágilmente de cobertura en
cobertura, disparando a unos enemigos mientras usaba múltiples y variados poderes,
los enemigos tenían una excelente inteligencia artificial, buscando cómo
flanquear al héroe y trabajando en equipo, la narrativa era clara y tomaba en
cuenta la actitud del jugador para desarrollarse, y para terminar, el universo
en el que sucede el juego estaba lleno de influencias de múltiples fuentes de
ciencia ficción (uno de mis géneros favoritos). Ni siquiera había comenzado a
jugar el juego y ya estaba completamente enamorado de él, tiempo después conseguiría
mi propio Xbox 360 y este juego me transformaría en un gran admirador de todo
lo producido por Bioware, mi confianza en el estudio se afianzaría en años
posteriores, gracias a juegos de una excelente calidad cómo Dragon Age: Origins
y Mass Effect 2.
Amor a primera vista
Sin
embargo, las grietas en su trabajo se empezarían a notar poco tiempo después,
Dragon Age 2 a pesar de continuar con una excelente narrativa, sufriría de
grandes problemas a nivel de diseño, reciclando múltiples veces los mismos
escenarios en diferentes puntos del juego y contando una historia que se sentía
más cómo un “side quest” del primer Dragon Age; y Mass Effect 3 se quedaría extremadamente
corto en su manejo de la historia, obligando a los fans a crear mil y un teorías
sobre el significado de un final que nos dejaba con más preguntas que
respuestas y que nunca logró darle un cierre satisfactorio a la saga, aún con
la salida de un parche con un final extendido, el cual solo agregaría unos
cuantos minutos más de metraje de unos cuantos personajes relevantes de la
historia, y aún más dudas sobre esta.
- Esto es un bodrio! - Shepard
Pero
entonces. ¿Cuál fue el detonante de esta caída tan fuerte de calidad en un
estudio que siempre se había definido por un nivel tan alto en sus producciones?
La solución a esta pregunta es simple, sucia y vulgar avaricia. Bioware había sido
comprada por Electronic Arts en el año 2007, mismo en el que salió el Mass
Effect original. Antes de esta adquisición, Bioware había tenido por lo menos 2
años para desarrollar sus juegos, pero al EA ver el éxito y el dinero que podían
generar esta nuevas franquicias decidió emular el éxito que habían tenido otras
sagas con entregas anuales, cómo Call of Duty y Assassins Creed, presionando a Bioware
a generar por lo menos un juego cada año y a veces hasta más: Dragon Age:
Origins (2009), Mass Effect 2 (2010),
Dragon Age 2 (2011), Star Wars: The Old Republic (2011 y dicho sea de paso un
MMORPG, uno de los géneros de juego que requiere más atención y recursos por parte de un desarrollador), y
terminando esa generación con Mass effect 3 en el 2012, juego en el que ya la
fatiga del estudio era más que clara.
Fue ya en
este punto adonde el salto de generación en las consolas le permitió un respiro
a Bioware, dándole dos años para trabajar y lanzar en el 2014 Dragon Age:
Inquisition, el tercer juego de la saga, este resolvía muchas de los problemas
que surgieron en el segundo juego, ganando de vuelta la confianza de muchos video
jugadores y la prensa, pero esta renovada confianza estaba destinada a no durar
mucho tiempo.
Espadas en llamas, explosiones con forma de dragón, que mas se necesita?
Mass Effect:
Andromeda, lanzado en marzo de 2017, fue un fracaso total en toda su definición,
constantes glitches y problemas técnicos, gameplay torpe, un universo sin la gran
mayoría de razas y elementos icónicos de la saga, compañeros de equipo aburridos,
y una narrativa sin nada interesante, se unieron para crear un juego mediocre
en todas sus facetas, que parecía hecho por un equipo de desarrolladores primerizos
intentado replicar la trilogia original, sin la habilidad narrativa ni técnica para darnos
una experiencia siquiera cercana a lo que habíamos visto en juegos de la misma saga hace casi una década atrás.
Human.exe a dejado de funcionar
La explicación
de este fiasco llegaría unos cuantos meses después con la conferencia de EA en
el E3, el equipo que había trabajado en la saga original de Mass Effect había sido
movido hace más de cuatro años a un nuevo proyecto, Anthem un tiroteo multijugador
con influencias de otras franquicias sumamente exitosas cómo Diablo, Borderlands,
y el reciente Destiny (este último producido por Bungie, uno los desarrolladores
de tiroteos con más experiencia en el mercado, y creadores de la saga de Halo).
Los fans inmediatamente estallaron contra Bioware y EA, era evidente que ME:
Andromeda había sido abandonado en las manos de un equipo de aficionados, y
todo el talento original movido a Anthem en un intento de crear una nueva
franquicia que replicara el éxito del nuevo modelo de mercado conocido como “live-services”,
influenciado por los esquemas de monetización de los MMOs y los juegos móviles, adonde se busca que el usuario este obligado a mantenerse activo a diario
para mantenerse relevante en el juego, y que genere constantemente más dinero
para la compañía por medio de micro transacciones, pases anuales y expansiones.
No es de extrañar toda la controversia que esta decisión género entre los fans,
y cómo estas malas decisiones serían un augurio para el oscuro futuro que ya se
veía venir.
Anthem finalmente
llegaría al mercado casi dos años después, el 22 de febrero del 2019, y verificaría
todas nuestras peores sospechas, al sufrir de muchos de las complicaciones que
muchos de este tipo tienen de forma nativa, y agregando unos cuantos más originales. A
pesar de ser visualmente impactante gracias al uso del engine de Frostbite 3, múltiples de los problemas que el juego presenta son: pantallas de carga infinitas, quests
que no registran el avance a los jugadores en el mismo grupo, y hasta la posibilidad
de dañar de forma permanente tu PlayStation 4, el juego es simplemente un
descalabro a nivel técnico; el gameplay, a pesar de ser interesante las primeras
horas, se vuelve repetitivo y cansino; y el juego no parece tener absolutamente ningún
tipo de personalidad o línea gráfica, presentando al jugador un universo genérico
sin nada interesante que ver o experimentar; la historia es presentada con
simples notas de texto que estas obligado a leer y que cuentan aventuras mucho más
emocionantes de lo que nunca llegaras a vivir en el juego; el contenido final es paupérrimo, con solo 3
mini calabozos que jugar, 2 de los cuales son visitados previamente en el modo
de historia; y para rematar, el loot, lo cual es lo que mantiene interesado al
jugador en este tipo de juegos, no tiene modelos únicos, por lo que es completamente
posible comenzar y terminar el juego con un personaje que se vea complemente igual,
siendo la única diferencia que tan grandes son los números cuando se le dispara
a un enemigo.
-Cambiar el color de algo lo hace diferente!- Bioware, aun sin aprender del final de ME3
Esto nos
lleva al triste estado en el que se encuentra Bioware hoy, siendo apenas una
sombra de ese estudio que nos trajo grandes experiencias en generaciones
anteriores, sacrificado en el altar en el que EA exprime a sus estudios para
seguir las tendencias del momento, solo para ser descartados sin ceremonia en
la fosa común adonde yacen otros grandes del pasado cómo Pandemic, Maxis y
Visceral.
Bioware, su falta de ventas resulta molesto...
Bioware
tiene una última oportunidad de intentar volver a la gloria del pasado, hay un último
Dragon Age anunciado, el cual sería la secuela de DA:Inquisition, que podría demostrar
una vez más que esa chispa original no se ha perdido en el alma del estudio,
sin embargo, cuando es evidente que tu cabeza es la próxima a caer bajo el filo
de la guillotina de uno de los ejecutores más exitosos de la industria, tu moral y
creatividad podrían no estar en su mejor momento para ayudarte a crear tu mejor
trabajo.
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