Por Natalia Díaz.
Las primeras noticias sobre un reboot de Sailor Moon salieron hace dos años, precisamente cuando el manga cumplía su vigésimo aniversario. En julio del 2012, la mangaka Naoko Takeuchi anunció que el animé Pretty Guardian Sailor Moon se transmitiría en el verano del 2013 y que, aunque no habían casteado los personajes, la música estaría a cargo del grupo de pop japonés Momoiro Clover Z.
Los meses siguientes Momoiro lanzó un video musical más que inspirado en Sailor Moon, y se estrenó un mini teaser en el que Usagi Tsukino (o Serena, como prefieran llamarla) dormitaba en su cama con musiquita inspiradora de fondo y un logo nuevo al final. Meses de expectativa pasaron, y para abril del 2013, las nuevas noticias eran que el animé se había atrasado para el 2014 y además que los seiyū (actores voz) del animé original querían retomar sus papeles.
Ahora, a menos de dos meses de su debut a través del distribuidor web de videos Niconico, sabemos información específica sobre el equipo detrás de los 26 episodios, sabemos que la narración estará concentrada en lo escrito en el manga y que cubrirá únicamente la historia de Queen Beryl, y que sólo la seiyū del personaje principal retomará su antiguo trabajo.
Pero a falta de un tráiler de verdad, no sabemos qué tan renovado o no estará el equipo de las Sailor Senshi (o Sailor Scouts como las renombraron en los doblajes). Así que éstas son las cosas que mi corazón de fan le pide a Pretty Guardian Sailor Moon: Crystal.
Que no sea un refrito del animé noventero...
El que Takeuchi éste legitimando la producción del animé desde el 2012 podría ser un alivio en ese sentido.
Según los rumores, la esencia de la serie sería la misma del manga, lo que interpreto como una señal divina de que se profundizará sobretodo en la caracterización de los personajes. El animé buscaba una audiencia de género mixto y con ése objetivo sacrificaron parte de la sensibilidad del manga por dinamismo narrativo y escenas de acción.
Sin embargo, el manga no sobreestimaba su trama por encima de su género, porque al final todos los shōjo siempre tratan sobre la reivindicación de sus personajes y éste en particular se centra en la de cuatro mujeres que sobrevienen sus respectivas adolescencias pateando culos como guardianas de la justicia. Así que Sailor Moon: Crystal sería una excelente oportunidad de darle al shōjo todo el mérito que merece como género.
Sin embargo, el manga no sobreestimaba su trama por encima de su género, porque al final todos los shōjo siempre tratan sobre la reivindicación de sus personajes y éste en particular se centra en la de cuatro mujeres que sobrevienen sus respectivas adolescencias pateando culos como guardianas de la justicia. Así que Sailor Moon: Crystal sería una excelente oportunidad de darle al shōjo todo el mérito que merece como género.
O podría salir mal y convertirse en puro doki-doki...
Que retome con más claridad los temas feministas del manga...
Tuxedo Kamen (o Tuxedo Mask como lo conocemos en Occidente) no tiene por qué rescatar a las Sailor Senshi en cada uno de los episodios hasta la revelación del clímax. En el manga más que un héroe era un compañero, por lo que las Senshi podían perfectamente luchar solas también (y lo hacían). El mensaje pro mujer del manga es más claro incluso desde la construcción de los personajes: sí, las Sailor Senshi ocasionalmente usaban tacones, se sentían gordas, fracasaban en el colegio, pero eran guerreras fuertes y leales que aunque sentían miedo y duda sobre su verdadero potencial, jamás huían de una pelea.
Ser Sailor Senshi no cuenta como actividad extracurricular. Han pasado 22 años de cambios en la representación femenina en los medios, ojalá que en Sailor Moon: Crystal no lo hayan hecho en vano.
Que sea más oscuro que lo que fue el animé original...
Sí, el animé va a ser más apegado al manga que el original, pero no evita que reconsideremos que el arquetipo de maho shoujo (magical girl) que funcionó para los noventas quizás no sea el mismo que requieren las narrativas de ésta década. Sailor Moon peleaba, pero no se ensuciaba las manos literalmente.
El talento que desarrollaban progresivamente como equipo no se cultivaba en la fuerza del ataque sino en la estrategia, porque uno de sus mensajes principales (y que la supervive en posteriores historias similares) es que la unión hace la fuerza, no la fuerza hace la fuerza. Las Sailor Senshi se complementaban entre sí y, pese a la amplitud de los defectos de sus miembros -Sailor Moon era torpe y llorona, Sailor Mercury era demasiado rígida, Sailor Jupiter no era delicada, Sailor Mars era pedante, Sailor Venus… ¿demasiado coqueta?-, nunca quedaba duda que defendían todo lo virtuoso del universo contra diversas fuerzas del mal, que eran al fin y al cabo lo mismo: un mal justificado en su maldad que precisamente por ser intrínsecamente malo jamás podía triunfar.
Pero, hay un antes y después en las magical girls después de Puella Magi Madoka Magica (2010) que subversivamente dio a la dicotomía bien/mal un tratamiento menos tradicional, más ambiguo, pero también más esperanzador: la maldad y la bondad co-existen dentro de todos los personajes, inclusive en las heroínas más fuertes.
¿Puede pervivir la narrativa de heroínas tan íntegras y virtuosas como las Sailor Scouts en ésta década? Puella dice que no, ojalá Sailor Moon la contradiga.
Que inviertan en desarrollo de personajes aparte de Usagi (Serena)
Usagi es elogiada por ser una heroína fuerte sin ser hombruna, académicamente sobresaliente ni japonesamente educada. Pero no es la única que pese a las contradicciones de su carácter logra ser una heroína eficaz en la franquicia.
De hecho, de eso se tratan las Sailor Senshi: no son arquetipos, son personajes complejos llenos de contradicciones por sobre las que perduran sus mejores cualidades. Rei (Sailor Mars) merece especial justicia en ésta adaptación: un personaje que en el manga era práctico, responsable y sin especial interés en el sexo opuesto, inexplicablemente* se transformó en una adolescente superficial y hormonalmente alborotada.
Respetar la tridimensionalidad del resto de las Senshi es uno de los elementos más importantes para que la nueva adaptación se mantenga fiel a la historia rica en experiencias femeninas, que fue y continúa siendo el mayor atractivo de la historia de Takeuchi.
Rei Hino: delicada miko de día, experta en judo de noche. |
*Mi teoría es que dado que el animé y el manga en su momento se emitieron con poco tiempo de separación, se podía crear expectativa sobre quién sería la líder verdadera del equipo, al menos hasta finalizar el arco narrativo inicial. Pero en serio, ¿a quién engañaron? La serie se llama Sailor Moon, no Sailor Senshi.
Que el arte que nos dieron en abril como aperitivo no sea el arte final
No tengo mucho que decir en éste apartado salvo argumentar de nuevo con la carta del tiempo: han pasado 22 años de impresionante animación japonesa, con todo lo inspirado en el estilo del manga que quieran, Toei lo puede hacer mejor. De momento, tocará esperar.
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Natalia Diaz - Periodista. Ñoña confesa de los grandes placeres de la vida: los libros, la cultura pop y el Internet. Trabaja en Grupo Nación y colabora con una columna para 89decibeles.
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