Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com.

'South of Midnight' es una de esas joyas que, sin hacer demasiado ruido, logra ofrecer una experiencia auténtica, emocionante y visualmente única. No estamos ante un gigante AAA repleto de explosiones y mundos abiertos interminables, sino ante una aventura cuidada, con un enfoque íntimo y dirigido, que aprovecha sus recursos al máximo para contar una historia poderosa, envuelta en un mundo de fantasía oscura profundamente enraizado en el folclore sureño de Estados Unidos.

En el juego, encarnamos a Hazel, una joven que, tras un desastre que destruye su ciudad natal, se convierte en Tejedora, alguien que utiliza la magia para sanar vínculos rotos, purificar espíritus corrompidos y restablecer el equilibrio en un mundo roto. La premisa, aunque sencilla en apariencia, se apoya en un universo tremendamente rico gracias a una mitología sureña poco explorada en los videojuegos, que le confiere a 'South of Midnight'  una identidad cultural muy marcada y refrescante.


Su historia es tan emotiva como intrigante. El dark fantasy gótico, tal como lo define el propio estudio, impregna toda la narrativa, fusionando el folclore sureño con temas de pérdida, redención y búsqueda de un hogar. Hazel está magníficamente escrita: su evolución es natural, su dolor es palpable y sus pequeños triunfos se sienten genuinos y lo más importante: la protagonista no resulta pesada ni excesivamente habladora durante la exploración, y eso se agradece enormemente, siguiendo el ejemplo clásico de mostrar más, que exponer, hablando solo lo necesario, permitiendo que los ambientes y la música cuenten gran parte de la historia.

Y es que si bien es cierto, 'South of Midnight'  no busca el hiperrealismo técnico que abunda en muchos lanzamientos actuales, su apuesta visual es artística y estilizada, alineándose perfectamente con el tono de fantasía oscura y el folklore sureño que define toda la experiencia. No es un juego que pretenda ser un escaparate gráfico técnico, pero lo que hace, lo hace con una solidez sorprendente para su escala de producción, donde cada escenario parece salido de un cuento sureño macabro: pueblos fantasmas cubiertos de hiedra, pantanos envueltos en bruma, caminos olvidados salpicados de raíces retorcidas, antiguas casas de madera al borde del colapso, haciendo un uso muy cuidado del color, predominando los tonos apagados, terrosos y azulados, para transmitir esa constante sensación de decadencia, misticismo y melancolía.


Todo esto, lo complementa su narrativa con la recolección de ecos y memorias esparcidas por el mundo, que enriquecen el trasfondo de los personajes y la mitología local, sin dejar de lado las ilustraciones en forma de libro que aparecen en momentos clave otorgan un estilo visual distintivo que hace que cada fragmento de historia se sienta especial y cuidado. La estructura episódica, casi de "cuentos cortos", recuerda a juegos como 'Kena: Bridge of Spirits' o aventuras de la época de Xbox 360 como 'Enslaved' y 'Remember Me'. Esto ayuda a que la aventura se sienta ágil, sin sobrecargar al jugador con una narrativa demasiado densa con una dirección artística y su gran baza, el apartado sonora, porque si hay algo que de verdad lleva a 'South of Midnight'  al siguiente nivel, es su banda sonora. 

La música compuesta por Olivier Deriviere es, sin exagerar, uno de los grandes puntos fuertes del juego y una de las claves de su éxito. Tanto los temas instrumentales como las canciones cantadas elevan cada escena, cada combate y cada secuencia narrativa a un plano emocional superior, logrando que incluso, durante los créditos finales, uno sea incapaz de levantarse, simplemente porque quería seguir escuchando esa combinación mágica de melodías e ilustraciones del libro. En un mundo donde a menudo la música de los juegos pasa desapercibida, aquí se convierte en protagonista absoluta y no dejaremos de agradecerles por ello. 


¿Y la jugabilidad? Para nuestra sorpresa, desde el primer instante, el juego se siente ágil en el control de Hazel. El plataformeo es preciso y responde con soltura, permitiendo que la exploración de los bellos escenarios macabros sea intuitiva y disfrutable. No intenta innovar en este apartado, pero lo que hace, lo hace muy bien, apostando por el clásico sistema de arenas, que al llegar a ciertas zonas, se activan muros que sellan el área hasta que se purifican todos los enemigos. Para hacerle frente a este reto, Hazel cuenta con dos ganchos para el ataque cuerpo a cuerpo, combinables con su magia para ejecutar combos que resultan ágiles y satisfactorios. y donde la esquiva tiene un papel fundamental en el ritmo de los combates, dándole al jugador la oportunidad de castigar a los enemigos tras evitar sus ataques y otorgando a los enfrentamientos una capa de estrategia ligera.

El mayor problema radica en la variedad de enemigos: el bestiario apenas cuenta con unos seis tipos de espectros. Aunque esta falta de diversidad podría haber sido un lastre mayor en un juego más extenso, aquí, dada su duración contenida, apenas se percibe como una molestia. No obstante, donde realmente brilla el combate es en los jefes finales, ya que cada enfrentamiento presenta mecánicas únicas que exigen al jugador adaptarse, pensar estratégicamente y aprovechar todas las herramientas a su disposición. Estos combates son intensos, creativos y tremendamente satisfactorios, convirtiéndose en algunos de los momentos más memorables del juego, especialmente si se juega en su dificultad más alta.


Y es que 'South of Midnight'  nos regala una campaña que las 11-12 horas, que puede sonar poco, pero es sustancioso, ya que a diferencia de la tendencia preocupante de algunos estudios de crear mundos abiertos de cien horas que se vuelve cansinos a las primeras 20 horas de juegos por estar repitiendo el mismo encargo o tipo de misión, en 'South of Midnight'  cada minuto cuenta. No hay misiones de relleno, no hay coleccionables absurdos: hay una historia compacta y bien contada, diseñada para dejarte una impresión duradera, no solo por su calidad narrativa, visual y sonora, sino también por la posibilidad de vivir una mitología fresca y profundamente emotiva, en un medio que rara vez mira hacia este tipo de historias. 

Porque al final del camino, 'South of Midnight' es un hermoso viaje a través de un mundo que logra ser a la vez mágico y melancólico. Su jugabilidad sólida, su narrativa conmovedora, su dirección artística única y su excepcional banda sonora hacen de esta aventura una propuesta que destaca claramente en el panorama actual que no busca ser no es un grito triunfal, sino un susurro poderoso en medio de la tormenta. Y a veces, son esos susurros los que más resuenan en la memoria.


Nota final: 9/10


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