Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com.
Con el final del primer episodio de The Last of Us Part II y el doloroso JM moment, Neil Druckmann quemó todos los barcos, abrió la caja de Pandora y desató una ola de sentimientos encontrados que no han sido fáciles de procesar. Con la muerte de Joel, ya no hay vuelta atrás y nunca nada más será igual.
La historia detrás de la historia...
El golpe directo al corazón que Druckmann dio en el primer episodio de The Last of Us Part II, necesitaba un break y respiro emocional antes de poder continuar adelante con nuestra aventura; y bajo esa premisa, 'Seattle, Día 1' cumple su rol a la perfección en los primeros minutos del episodio dos al ponernos en la travesía de Ellie y Dina por encontrarse con Tommy, el hermano de Joel que se ha fugado del campamento a mitad de la noche para cobrar venganza.
El primer segmento del episodio es una oda a la revolución técnica que Naughty Dog ha consolidado en The Last of Us Part II, al dejarnos descansar por unos minutos del mar de turbias emociones que significó el final del primer episodio y familiarizarnos con las nuevas mecánicas de exploración y simulación de mundo abierto que han implementado en esta segunda parte, añadiendo algo que ya la compañía había experimentado en títulos anteriores con cierto atino, pero que finalmente consolida en esta entrega de forma impresionante: narración ambiental.
En cuestión de minutos, nos alejamos del arco narrativo directo para dar rienda suelta a la exploración, los puzzles y las conversaciones en background, que agregan un valor narrativo inconmensurable al ir desgranando las personalidades de los protagonistas de forma natural sin caer en el exceso de exposición argumental. No obstante, su mayor atributo es el consolidar su técnica de narración ambiental para contar a través de lo que percibimos en cada esquina del escenario, una historia dentro de la historia.
Escenarios amplios y cargados de cientos de detalles son parte de nuestra travesía, mientras tratamos de avanzar por los alrededores de Seattle, una ciudad completamente colapsada, dejada a la suerte divina y que Druckmann aprovecha al máximo para ir contando la historia de ese mundo post-pandemia que azota sin clemencia todo lo que tiene a su paso. Desde las cartas dejadas en el camino por aquellos que van sobreviviendo, documentos que narran historias realmente desalentadoras, hasta mensajes de esperanza de quienes abandonaron todo en busca de una nueva especie de secta; gran parte de la historia de The Last of Us Part II ocurre en este segundo episodio tras bambalinas.
Libertad absoluta y recompensa a la exploración...
Conforme avanzamos, descubrimos a través de los documentos y cartas de la existencia de dos facciones en polos completamente opuestos: los Washington Libre y Fuerte (conocidos como Los Lobos) un grupo de liberación que originalmente luchó para liberar a Seattle del ejército y los Serafitas (conocidos de forma despectiva como Scars) un grupo extremista religioso que se encuentra completamente en lucha abierta en todos sus frentes; y en medio de ambos, un mar de infectados que no le importan las luchas sociales, religiosos o militares, en un mapa inmenso que busca recrear lo más cercano posible, la experiencia de mundo abierto.
Los diferentes escenarios que recorremos son una carta abierta a la exploración y no hay rincón del escenario sin algo interesante que descubrir. Naughty Dog se aleja en The Last of Us Part II de los entornos pasilleros para darle al jugador(a) libertad absoluta para escoger el camino y estilo que quiere recorrer. Ya sea que deseemos ir del punto A al punto B sin detenernos a explorar el escenario o que queramos dedicar una buena cantidad de horas a recorrer hasta la última esquina de nuestro viaje, la decisión siempre estará en nuestras manos.
Y aunque es posible pasarse una zona con salto olímpico, el verdadero sabor estará en la exploración y pasar por debajo hasta la última piedra. Dos ejemplos muy puntuales lo encontramos a la mitad del episodio, en el que una zona que podríamos pasar por alto si vamos con prisas al ingresar a un banco debajo de una zona en ruinas y encontrar un equipo que intentó asaltar la bóveda, quedando atrapado en el proceso y encontrar uno de los easter eggs más geniales del juego: el legendario anillo de Sir Francis Drake, conectando directamente el mundo de The Last of Us con el de Uncharted y volando la cabeza de los fans de ambas franquicias.
Otro momento igual de especial, lo encontramos al ingresar a una tienda de discos antiguos en la que nos encontramos con un afiche anunciando portada del álbum Lightning Bolt de Pearl Jam que iba a salir en octubre del 2013 (un mes después de iniciada la pandemia), y que tras tocar algunos acordes, nos regalará una de las escenas más emotivas del capítulo: Ellie tocando 'Take on me' de A-Ha para Dina, plasmando nuevamente esa característica marca de la casa que se ve perfeccionada en esta segunda entrega: la historia, detrás de la historia.
Sangre, sudor y lágrimas...
Finalmente, seguimos avanzando en nuestra historia. Ellie y Dina son emboscadas en la estación de teleivisón y tenemos la primeras bajas del equipo: Shimmer y Japan. Dina huye a como puede, pero Ellie es capturada y torturada por parte del grupo de Abby. Uno de ellos, reconoce a Ellie como la chica que le cortó el rostro cuando fueron tras Joel y antes de que puedan asesinarla, Dina interviene para salvar la vida de su pareja.
En una trepidante huida por los túneles del metro, somos testigos de un nuevo tipo de infectado que hará nuestra vida a cuadritos: los tambaleadores; una especie de 'Hinchado' a medio camino que arroja ácido en forma de explosión y que se convierte en una buena razón para utilizar el sigilo y ahorrar munición en la medida de lo posible.
En la huida en medio de una zona de esporas letales para cualquier cristiano, Ellie es atacada y pierde su máscara anti esporas. Dina, en un acto de amor desmedido, intenta quitarse su máscara para salvar la vida de Ellie, que le detiene con premura y le confirma que no mentía que no mentía; la noticia cae en Dina bomba: Ellie es realmente inmune al hongo.
Ellie y Dina logran escapar del mar de infectados que les afecta y logran refugiarse en un viejo anfiteatro. Ellie observa que Dina ha perdido toda su energía y no luce muy bien. Es entonces cuando Druckmann nos dejar caer nuevamente un balde de agua fría en los hombros de Ellie y el corazón del jugador(a): Dina está embarazada. Golpe de efecto, caída del telón.
- Calificación del episodio 1 | 9/10
- Calificación del episodio 2 | 9/10
- Calificación del episodio 3 | --/--
- Calificación del episodio 4 | --/--
- Calificación del episodio 5 | --/--
- Calificación del episodio 6 | --/--
- Calificación del episodio 7 | --/--
- Calificación del episodio 8 | --/--
- Calificación del episodio 9 | --/--
- Calificación del episodio 10 | --/--
- Calificación del episodio 11 | --/--
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