Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com.

Martin Scorsese, célebre director de verdaderas obras de arte cinematográficas como 'Taxi Driver', 'Casino', 'Goofellas', 'Gangs of New York' y 'Departed' -que le han valido un premio Óscar, tres Globos de Oro, dos Premios BAFTA, un Primetime Emmy y un premio del gremio de directores de Estados Unidos-, volvió a sacar la artillería pesada y disparar contra las películas de Marvel, explicando en su columna en el New York Times porque considera que 'Avengers: Endgame' no sea cine, pero 'Joker' sí.


En una columna publicada en The New York Times, titulada, "Permítanme que me explique" Scorsese ha defendido los comentarios que hizo a principios de octubre en la entrevista con la revista Empire. en las que afirmó que las películas de Marvel no son cine:

"Me hicieron una pregunta sobre las películas de Marvel. Yo respondí. Dije que intenté ver algunas de ellas y que no son para mí, que a mí parecer están más cerca de los parques temáticos que de las películas, tal y como las he conocido y amado durante toda mi vida. Y que al final, no creo que sean cine".

En el texto el director admite que las producciones de superhéroes no le interesan por cuestión de "gusto personal" y porque, por razones generacionales, entiende el cine de otra manera:

"Muchas de estas películas son el resultado del trabajo de personas de considerable talento artístico. Puedes verlo en la pantalla. El hecho de que las películas en sí no me interesen es una cuestión de gusto y temperamento personal. Sé que si fuera más joven, si hubiera alcanzado la mayoría de edad en un momento posterior, podría haberme emocionado con estas películas y tal vez incluso hubiera querido hacer una. Pero crecí cuando lo hice y desarrollé un sentido de las películas, de lo que eran y de lo que podrían ser, que estaban tan lejos del universo Marvel como nosotros en la Tierra de Alpha Centauri".


En su columna, Scorsese también plantea que puede ser que el problema lo tenga contra la industria del cine: desaparecen salas independientes y solo se promociona a las grandes producciones, que son las únicas que dan dinero. "En muchos lugares de este país y del mundo, las películas de franquicia ahora son la elección principal si los espectadores desean ver algo en la pantalla grande. Es un momento peligroso en la exhibición de películas, y hay menos teatros independientes que nunca. La ecuación ha cambiado y el streaming se ha convertido en el principal sistema de entrega. Aún así, no conozco a un solo cineasta que no quiera diseñar películas para la gran pantalla, que se proyectarán ante el público en los cines", escribe el cineasta.

"Y si me vas a decir que es simplemente una cuestión de oferta y demanda y darles a las personas lo que quieren, voy a estar en desacuerdo. Es un problema de huevo y gallina. Si a las personas se les da solo un tipo de cosas y se venden interminablemente solo un tipo de cosas, por supuesto que van a querer más de ese tipo de cosas", sigue diciendo.

Y luego le echa nuevamente leña al fuego "En los últimos 20 años, como todos sabemos, el negocio del cine ha cambiado en todos los frentes. Pero el cambio más siniestro ha ocurrido sigilosamente y al amparo de la noche: la eliminación gradual pero constante del riesgo. Muchas películas de hoy son productos perfectos fabricados para consumo inmediato. [...] carecen de algo esencial para el cine: la visión unificadora de un artista individual".

"Para mí, [...] el cine se trataba de revelación: revelación estética, emocional y espiritual. Se trataba de personajes: la complejidad de las personas y su naturaleza contradictoria y a veces paradójica, la forma en que pueden lastimarse unos a otros y amarse y de repente encontrarse cara a cara con ellos mismos. Se trataba de confrontar lo inesperado en la pantalla y en la vida que dramatizaba e interpretaba, y ampliar el sentido de lo que era posible en la forma de arte. Y esa fue la clave para nosotros: era una forma de arte. Hubo cierto debate al respecto en ese momento, por lo que defendimos el cine como un igual a la literatura, la música o el baile".


Para apoyar su argumentación, Scorsese plantea las película de Alfred Hitchcock como una franquicia, como un particular Marvel Cinematic Universe, un Hitchcock Cinematic Universe. En ellas, aunque hay un universo común, imágenes comunes, hay tensión dramática y hay revelación de los personajes. "Con la muerte en los talones es impresionante, pero no sería más que una sucesión de secuencias dinámicas y elegantes sin las emociones dolorosas en el centro de la historia o la absoluta pérdida del personaje de Cary Grant", argumenta.

Sin embargo, "las imágenes [de las películas de Marvel, en concreto, y de superhéroes, en general] están hechas para satisfacer un conjunto específico de demandas, y están diseñadas como variaciones en un número finito de temas. Son secuelas de nombre, pero son remakes en espíritu, y todo en ellas está oficialmente sancionado porque realmente no puede ser de otra manera. Esa es la naturaleza de las franquicias de películas modernas: investigadas en el mercado, probadas por el público, examinadas, modificadas, reventadas y remodificadas hasta que estén listas para el consumo".


Para remachar su columna, durante una entrevista con la BBC, Scorsese aprovechó ayer para recalcar que 'Joker' a diferencia de 'Avengers: End Game' sí es cine: "No es cine de superhéroes". En la entrevista el director aprovechó para confirmar que, efectivamente, estuvo a punto de trabajar en el proyecto como productor, una idea que analizó y consideró durante cuatro años, pero que finalmente decidió no hacerlo.

"Conozco muy bien la película. Conozco muy bien al director Todd Phillips. Mi productora Emma Tillinger Koskoff fue quien la produjo. Lo pensé mucho en los últimos cuatro años y decidí que no tenía tiempo para hacerlo. Fueron razones personales por las que no me involucré. Pero conozco muy bien el guión. Tiene una energía real y Joaquin tiene un trabajo notable", comentaba Martin Scorsese, quien indicó que se lo estuvo pensando seriamente a la hora de dirigir Joker. Sin embargo, finalmente decidió dejarlo de lado y centrarse en 'The Irishman', su nueva película para Netflix que reunirá de nuevo en pantalla a Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci y de la que sin duda promete ser una de las mejores producciones de este 2019.

"Para mí, en última instancia, no sé si doy el siguiente paso para que este personaje se convierta en un personaje de cómic, ¿sabes? Se desarrolla en una abstracción. No significa que sea un mal arte, simplemente no es para mí. Las películas de superhéroes, como he dicho, son otra forma de arte. Pero [Joker] es diferente al resto de películas de superhéroes. Las películas de superhéroes, como ya he dicho, son otra forma de arte. No son fáciles de hacer, y hay mucha gente talentosa haciendo un buen trabajo, y muchas personas jóvenes las disfrutan. Pero sí creo que son un parque de atracciones, una extensión del parque de atracciones. Joker no lo es".

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