Por David Arias

Inspirada en el mundialmente famoso manga de Tsugumi Ohba y  Takeshi Obata publicado en el año 2003, llega a la plataforma de Netflix la película Death Note, dirigida por Adam Wingard ( You're Next) e interpretada por los actores Nat Wolff (Light Turner), Willem Dafoe (Ryuk), Margaret Qualley (Mia Sutton) y Lakeith Stanfield (L).

La premisa de la película es la misma que su historia original, pero adaptada a un público occidental, especialmente norteamericano.  Aquí se nos presenta la historia de Light Turner, un joven adolescente que sufre de bullying en el colegio, se gana un dinero extra haciéndole la tarea a sus compañeros y vive locamente enamorado de Mia, pero que nunca se ha atrevido a expresarle sus sentimientos.   Un día por azar del destino o conveniencia del guión, del cielo le cae una libreta llamada Death Note.  Esta es la premisa de la historia que desencadenará una serie de eventos que llevarán a Light a auto proclamarse Kira, el dios del nuevo mundo.


Tenemos que admitir que es imposible poder comprimir una historia que fue originalmente contada durante 37 episodios de un anime en una historia de aproximadamente 100 minutos, y por el tono de la película, es muy claro que tampoco era la intención de los guionistas y el director contarnos toda la historia.  El desarrollo de la trama a pesar de mostrarnos personajes adolescentes estereotipados, inicia de manera muy bien, con unas secuencias de muerte muy interesantes que nos hacen recordar a las películas de Destino final, lo cual en ese momento le dan un valor agregado a la trama.  En cuanto a su personaje principal, Light Turner, su desarrollo es bastante flojo, muy diferente a su contraparte nipona que realmente era una mente maestra y cuya interpretación por parte de Nat Wolff es bastante pobre.  También tenemos a Mia, típica porrista de secundaria que se convierte en cómplice de Light y que a su vez presiona y manipula a este para cometer asesinatos por medio de la Death Note.  
Dentro de todo este aparente "desastre" podemos destacar la interpretación vocal de Willem Dafoe quien se encarga de dar voz al dios de la muerte Ryuk y que sin duda es una de las cosas mas rescatables de toda la película, aunque poco explotadas, mostrándonos un personaje verdaderamente diabólico que se deleita en la muerte y el dolor humano además de servir como primer tentador para motivar a Light a utilizar la libreta y acabar con la vida de un bravucón de su colegio de manera bestial.


Esta obra televisiva dirigida por Adam Wingard se toma realmente demasiadas libertades creativas que por momentos agradan y por momentos no tanto.  La personalidad de sus personajes mayormente occidentales se distancia mucho de sus homólogos orientales y el desarrollo de la historia fluye con mucha ligereza, contradiciéndose en algunos momentos, siendo bastante predecible en otros y no obligando al espectador a pensar sino solamente aceptar la historia que se le presenta, la cual la gran mayoría del tiempo se acomoda al guión sin dar muchas explicaciones en una suma de eventos que se producen uno tras otro por que si.

A pesar de querer vendernos la idea de que Light es un joven muy inteligente, lo cierto es que simplemente vemos un adolescente bastante ingenuo y doble cara que a la primera oportunidad le cuenta un secreto tan delicado como el de la Death Note a Mia para conquistarla y que "Gracias" a eso da comienzo a un drama juvenil estadounidense cargado de muchas muertes inexplicables al rededor del mundo que los llevan a tomar el seudónimo de Kira para atribuirse tales decesos y al mismo tiempo despistar su procedencia.

Entre los muchos desaciertos de esta adaptación, está el cambio de una enorme cantidad de las reglas de la Death Note, simplemente con el fin de apegarse oportunamente a el guión escrito, cosa que posiblemente los mas adeptos a la historia original castigarán enormemente.


Como mencioné inicialmente, la película arranca muy bien, pero durante el avance de la trama, la historia comienza a tornarse predecible e incluso absurda.  No se dan el tiempo para desarrollar a los personajes y todo se torna peor con la aparición de L quien luego de plantar una pista falsa, rápidamente deduce el país de origen de Kira y sin realmente mucho esfuerzo da por hecho que Light es el responsable de mas de 400 muertes al rededor del globo, sin dar explicaciones convincentes o generar un exhaustivo  escrutinio de las pruebas además de contemplar a otros posibles sospechosos.

Otro de los temas que se explora muy poco es la situación moral de los personajes, se trata muy vagamente el que tan bien o que tan mal está el derecho que se atribuye Kira al eliminar a todos esos criminales o sospechosos.  La linea que separa el bien del mal es bastante difusa y ni siquiera sus protagonistas tienen realmente claro si lo que hacen es correcto o incorrecto tomando una serie de decisiones propias de un adolescente sin supervisión adulta.

A nivel actoral, Lakeith Stanfield en el papel de L es muy superior a sus compañeros de reparto, sin embargo la forma como escribieron a su personaje deja mucho que desear, presentándonos a un individuo que supuestamente es reconocido a nivel mundial por su resolución de muchos casos y que quiere aparentar ser una mente brillante, pero que al final cae en el juego de alguien realmente inferior intelectualmente hablando, haciéndolo perder los estribos y llevándolo a iniciar una persecución sin sentido al mejor estilo de Hollywood.


Sumando grandes desaciertos de esta película sin lugar a dudas es su banda sonora, la cual en muchas ocasiones simplemente no encaja con lo que se nos está presentando en escena.   Por otra parte debemos resaltar el trabajo de David Tattersall director de fotografía de grandes obras como La milla verde o las precuelas de Star Wars, quien realmente hace un trabajo impecable en esta floja adaptación y que sin duda es uno de los puntos a favor de esta cinta.

Si preferimos verla desde otro ángulo, podríamos decir que la trama es una parodia de la historia original, la cual podría funcionar muy bien si no se utilizara el nombre de los personajes principales como L o Light y nos contara una historia diferente que se desarrollara después del enfrentamiento de los titanes originales de Takeshi Obata, pero en cambio nos ofrecen una película que al parecer no tiene claro quien es su público meta, con una pobreza argumental que nunca logra que el espectador conecte con sus protagonistas, nunca vemos una verdadera dinámica que ponga a prueba el intelecto de Kira o el de L y cuyo casting, especialmente el de su protagonista fue un verdadero desacierto. 

Para terminar diremos que Death Note sirve como un simple pasatiempo, no es una película terrible pero tampoco es una obra que esté a la altura del material original, dejándonos con un final abierto que queda a la interpretación del espectador.

Calificación final: Level 5 - Imperfecta, pero se salva por poco de la quema

 

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