Desarrollado por Remedy Entertainment -creadora del legendario Max Payne y la brillante Quantum Break-, Alan Wake fue la exclusiva estrella de Microsoft con la que el gigante norteamericano mantuvo a sus fans caminando, durante ocho largos años, entre la delgada línea de los rumores de cancelación y la esperanza del añorado estreno de un título que ha sido a lo largo de los años alabado por la critica y los jugadores, convirtiendo la historia de Alan Wake en una obra de culto entre quienes aman el género del horror.
Por ello, a ochos años de su lanzamiento y a manera de arranque de nuestro especial dedicado a lo mejor del horror y el terror en la cultura geek, en Revista Level Up queremos rendir homenaje a este gran título que es Alan Wake, recordando un juego apasionante de principio a fin que gracias a su ambientación, personajes y narrativa a modo de serie televisiva, no sólo se ha convertido en uno de los mejores exponentes de la pasada generación y sino también en uno de los juegos más populares de la última década. Esto es Alan Wake, nuestra primera obra en revisión para celebrar a lo grande este fin de semana de horror y terror en Revista Level Up.
Alan... Wake...
La historia, escrita por Sam Lake y Mikko Rautalahti, nos presenta la desdicha de un exitoso escritor en búsqueda de inspiración. Tras concretar uno de sus nuevos best-sellers, Alan Wake y su esposa Alice viajan a Bright Falls, un pacífico pueblo en el que nunca sucede nada, para encontrar la salida de su bloqueo mental tras su último gran éxito publicado. A pocas horas de su llegada a Bright Falls, Alan Wake encuentra un manuscrito de su pertenencia el cual no recuerda haber escrito, pero lleva el nombre que había ideado para su próxima novela. Al llegar a la casa del lago que ha destinado para reavivar su inspiración, la oscuridad se apodera del lugar y su esposa desaparece entre las sombras.
Alan entonces deberá iniciar una lucha contra el tiempo por descubrir que ha sucedido con su esposa y cual es la fuente de la oscuridad que se ha adueñado de Bright Falls, en una trama en el que cada detalle de la historia es un homenaje perfecto hacia el terror literario, los escritores, y el peculiar mundo que les rodea, pero sobre todo una oda al amor de Alan por su esposa, que desde la primera escena y hasta su sublime final, es un relato que producciones cinematográficas en la actualidad deben envidiar a granel.
Con un guión lleno de personajes inolvidables y brillantes giros argumentales, el juego rinde tributo a obras cumbres del terror y lo desconocido como The Twilight Zone y Twin Peaks, sin dejar de lado los guiños a las historias que llenaron de las plumas de Poe, Lovecraft, King, Joyce y Hemingway, mientras va desvelando de forma paulatina los misterios que se esconden tras un apacible pueblo, la desaparición de su esposa en medio de las sombras, y la extraña presencia oscura que parece afectar todo lo que nos rodea.
Previamente, en Alan Wake...
La neurosis que sufre el escritor cuando se adentra demasiado en las tinieblas de su propio mundo, así como contemplar sus propios temores volverse contra él son las claves que han hecho de este juego uno de los favoritos para los fans de los thriller de acción psicológica, gracias a una estructura narrativa contada en forma de capítulos con su respectivo cliffhanger y reinicio enmarcado en un maravilloso "Previamente, en Alan Wake" que nos recuerda lo mejor de las series de terror y horror de la década de los 80's y 90's.
Todo esto mezclado con una brillante banda sonora que es encabezada por el grupo finés Poets of the Fall, quienes ya había colaborado anteriormente con Remedy Entertainment en la canción de cierre de 'Max Payne 2' y que en Alan Wake nos vuelven a deleitar con un repertorio cargado de temas que calzan a la perfección con lo que esta sucediendo en la pantalla, como lo fue la primera vez que escuchamos el 'El Poeta y la Musa', al final del cuarto episodio que nos dejó literalmente fríos de lo hermosamente ejecutado que está su acompañamiento en la evolución natural del juego.
Eso, sin hablar de su impecable final que te hace aplaudir de pie su escena de cierre, uno del que que evitamos profundizar en este retro-análisis para evitar spoilearle a nuestros lectores que nunca han tenido la oportunidad de disfrutar de esta verdadera obra maestra -un título mancillado hasta la saciedad, pero que no existe mejor forma de describir el título que Remedy nos presenta-, y puedan tener el mismo impacto emocional que una simple frase dejó en nuestros huesos al final del camino.
Un título para jugar una y otra vez...
“Stephen King dijo una vez que las pesadillas no están sujetas a la lógica, no tiene sentido explicarlas. La explicación es la antítesis de la lírica del miedo. En una historia de terror la víctima no deja de preguntarse “¿por qué?”, sin embargo no hay explicación, no debería haberla. El misterio sin respuesta es el que perdura, el que siempre acabamos recordando. Me llamo Alan Wake. Soy escritor.”
Alan Wake es un título que vale la pena jugar una y otra vez. No sólo por su envolvente ambientación, destacada y original jugabilidad, emocionante cierre final o espectacular banda sonora, sino por lo mostrado en cada detalle de su adictiva e imponente historia. Un vaivén de emociones que sirve como un homenaje perfecto hacia el terror literario, los escritores y el peculiar mundo que les rodea. Porque al final de cuentas, Alan Wake es una novela de horror hecha videojuego. Y no dejaré de agradecer cada día a Sam Lake por ello.
Calificación final: 9/10 - Joya atemporal, una verdadera obra de arte
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